lunes, 12 de noviembre de 2012

In the mood for love

"Antiguamente, si alguien tenía un secreto que no quería 

compartir, subía a una montaña en busca de un árbol, le

hacía un agujero y susurraba el secreto. Luego lo tapaba con 

barro y dejaba el secreto ahí para siempre”





Él recuerda aquellos años como si mirara a través del cristal

de una ventana cubierta de polvo. El pasado es algo que 

podemos recordar pero no tocar y todo lo que se recuerda es 

borroso y vago.



LOS RECUERDOS BORROSOS

Un tamo acertado abriga ya los cristales
por entre cuyos poros diviso aquellos días
que debieron quedar escondidos.
Pero una imagen solitaria se transforma
en presencia, en una tersa presencia
que se desliza por mis hombros
y se estanca en el trazo invisible de mi cintura.
Ya no quiere abandonarme. Mi voluntad, distraída,
juega con mis piernas y mis manos, y las doblega.
Encamina mis pasos a través de sendas falaces
anegadas de guijarros, y orquesta mis manos
en melodías arrancadas
a instrumentos llorosos de notas disonantes
que aspiran a templarse.
Y se burla de mis ojos entrecerrados, mecidos
en el hastío del cansancio.

El recuerdo siempre es inconstante.
Y osa rescatar lo que debió quedar protegido
bajo el peso de sueños desahuciados.

© Juana Fuentes 

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