sábado, 2 de noviembre de 2013

Un gran descubrimiento: Miguel Ángel Rubio Sánchez.

Hace ya más de un año que descubrí a un joven y extraordinario escritor que creo logra hacer de ese difícil arte de transmitir a través de las palabras un don maravilloso. Hablo de Miguel Ángel Rubio Sánchez, poeta, ensayista, crítico y novelista, un escritor que como Borges, se siente más orgulloso de lo que ha leído que de lo que ha escrito.

Es autor de dos poemarios, Diario sin fechas y Realidad de la realidad; de ensayos como Mi yo eres tú, con un rico análisis sobre la otredad en la creación literaria en Hispanoamérica; El arte poética de “Oblicua” (primer núcleo temático-compositivo de El alma oblicua, de Vicente Cervera Salinas);El arte poética de Sueño del origen, de Eloy Sánchez Rosillo ; una novela, Amor en pretérito eterno, donde los textos se convierten en un mecanismo revelador de lo que el destino dispondrá,  concibiendo la existencia como un eterno paradigma que ya está cifrado en la literatura como modelo de eternidad.

Artículos de investigación literaria, ponencias, reseñas críticas sobre poetas como Eloy, Carlos Marzal, F. García Lorca…completan el bagaje de este joven pero experimentado escritor.

Como él mismo señala en su blog (Las cosas se niegan a existir sin ti): “Ante el umbral de triunfo y reconocimiento, tanto académico como literario, que respiraba a mi alrededor, que palpaba en aquel verdor de los veinticuatro años, decidí tomar una ética muy responsable y nunca dejé que el éxito se me subiese demasiado a la cabeza, porque igual que se podía estar arriba, también se podía estar abajo. Nunca participé, por los motivos reseñados, en ningún premio literario y nunca, ni ahora ni aquellos momentos, escribí por dinero, ambición o fama. El dinero es el primer medio que el hombre tiene en su mano para hacerse un esclavo. Además corrompe la pureza de la literatura.”

Y “a día de hoy centro mi actividad creativa en el ensayo y la crítica literaria, aunque estoy decididamente tentado, si las circunstancias así me lo permiten, para volver a la novela. El poeta murió en el año 2005, las circunstancias acaecidas en el año 2005 mataron al poeta, sin embargo, algo de él sobrevive en mi prosa y, afortunadamente, en mí.

Y afortunadamente así es, como lectora suya siento que algo del poeta persiste en su prosa, limpia, rica y tremendamente gustosa. Os invito a visitar su blog:

http://miguelangelrubiosanchez.blogspot.com.es/